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Canciones sobre el vermut

Estoy harto de las fiestas, de salir encamisado, quiero vermut.

Quiero vermut.

No me gustan tus bebidas de colores variados.

Quiero vermut…

Así empieza esta canción de Indianápolis titulada: Quiero Vermut.

Los españoles somos seres de costumbres. Nos gusta salir, comer bien e ir con los amigos. Nos gusta la música, el buen ambiente y no madrugar sino es para viajar.

Las canciones reflejan nuestros gustos, pasiones y sensaciones. Quedar para tomar un vermut y unos pinchos es tan nuestro como las bravas o la tortilla de patatas. Y aún más ahora, cuando el vermut está tan de moda como los vehículos eléctricos o las últimas apps para comprar o saber dónde estás, dónde puedes encontrar lo que necesitas o lo que se va a llevar.

Alaska y los Pegamoides mientras bailaban, ya lo nombraban hace ya más de 30 años:

Bailando.

Me paso el día bailando.

Y los vecinos mientras tanto.

No paran de molestar.

Bebiendo.

Me paso el día bebiendo.

La cocktelera agitando.

Llena de Soda y Vermut.


Con sus pintas y con sus huesos desencajados, tenían muy mal cuerpo, pero una gran vida social.

Así somos, de lo que nos gusta, hasta lo cantamos y nunca nos hartamos.

Pero no son los únicos a los que les encanta tanto el vermut que no pueden evitar nombrarlo. Sabina nos cuenta, y nos canta como sólo él sabe hacer, dónde iba a tomarlo:

Tu nombre estaba en todas las agendas de la gente “in”.

El teléfono en tu casa no paraba de hacer ring, ring, ring.

No había cóctel, party, cena, estreno, en que faltaras tú;

por las noches en Bocaccio, y al Gijón para el vermut.


Otro cantautor español, inconfundible y necesario en cualquier local de copas que se precie, es Ismael Serrano, al menos una vez al mes para oírle expresar lo indispensable que es en
Absoluto:

Que tu verdad no me despierte a golpes,

pon a salvo de su filo los honores.

Olvidar es todo un gesto de clemencia

para torpes que no olvidan sus amores.

Absoluto somos sólo tú y yo.

Lo real, lo sabes bien, lo convenido.

Sé que soy el sol que alumbra tu deshielo,

el vermú de tu mañana de domingo.

Cruzando el charco, nos encontramos a una banda de rock argentina, Los piojos, que triunfó en la década de los 90 con un temazo titulado: Civilización, con el que uno no puede evitar tararear o recordar esas rimas pegadizas que no se sabe por qué no se olvidan:

Dios perdona,

el hombre a veces,

la naturaleza nunca

anda por acá por acá por acá

 

no te olvides del mamut

que no terminó el vermú

no te olvides del mamut

que no terminó el vermú

 

Es imposible no hacer referencia a Las Musas después de ver la película de Disney Hércules, y de escuchar su canción: Tan Cierto como Tú.

¡Todo tuyo chica!

Somos las musas, diosas de las artes

y proclamadoras de héroes

¡Héroes como Hércules!

¡Cariño, querrás decir muscules!

Quién pudiera cantar al son de la música de…

Nuestra historia empieza en realidad mucho antes de Hércules

muchos eones atrás

 

Oooh!!

En el primer albor, la tierra lo pasaba fatal

titanes colosales la volvían infernal

¿Dónde pondrás tus pies?

unas copas donde tú estés

volcanes, terremotos, caos, todo del revés

¡Uau, cuéntalo chica!

Entonces Zeus llegó,

su rayo disparó y a los malos encerró

y está solo en el tubo el caos de verdad

¡Tan cierto como tú!

 

¡Y, no hay, no hay, no hay relax!

Y así empezó el venus

¡Si nena!

Cambiando el mundo en su juventud

y aunque parece imposible es

cierto como tú

La vida en el Olimpo fue más dulce que el vermú

y aunque parece increíble es

cierto como tú!


Lo cantaron ellos y lo brindamos nosotros: ¡salud!

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