Aperitivos para acompañar el vermut
Cualquier momento es bueno para deleitarse con un buen vermut acompañado de una buena tapa, un ahumado, una banderilla o una cazuelita especialidad de la casa.
Lo ideal es acompañar tu vermut favorito con un aperitivo que realce el vermut y a la vez, te permita disfrutar y degustar de tus ingredientes favoritos, o dejarte sorprender por creaciones y combinaciones perfectas o increíblemente sabrosas. Ten por seguro que te van a gustar nuestras recomendaciones.
- Comenzamos con lo que podríamos llamar un aperitivo andaluz en el que el protagonista es un buen jamón a ser posible de bellota, una buena cecina de León o siendo novedosos: una buena tapa o ración de mojama de atún.
La forma más habitual de servir la mojama de atún es en lonchas finas de unos 2 o 3 mm de grosor, regadas con un hilo de un buen aceite de oliva virgen extra que realzará su sabor y acompañadas de almendras fritas o tostadas. - Para nuestra segunda sugerencia nos vamos al Levante… Y elegimos un bocado exquisito, una tapa de gamba roja que va a maridar perfectamente con nuestro vermut con alma del sur y espíritu del norte. Un elegante bocado para antes de sentarnos a disfrutar de una deliciosa paella, por ejemplo.
- Para nuestra siguiente tapa, nos inspiramos y quedamos en tierras burgalesas, dónde la morcilla brilla y más si está bien puesta sobre una lasaña de manzana y un ligero toque de queso. O también, típica de la ciudad, cojonuda, en tapa con huevo de codorniz, pimiento al punto de picante.
- Españolas por excelencia, no podemos olvidarnos de ellas para acompañar nuestro vermut, son las banderillas, con sus aceitunas, pepinillos, bonito y guindillas…
- Esta tapa no tiene nada que envidiar y nunca puede faltar para garantizar un buen vermut, unas ricas bravas de la casa.
- Incomparables e inconfundibles y más que recomendables son unas suaves croquetas. De bacalao, de jamón… homenajeando a Asturias, rellenas de un sabroso queso asturiano. O gallego, si nos gusta más la tetilla. Y, por supuesto, de autor: con chistorra, de cocido… o los incomparables y siempre exitosos tigres, unas fantásticas croquetas de mejillón.
- La venerada y siempre escogida en los vermut por ser la reina y a la vez princesa de todas las fiestas: la tortilla de patata, porque allí dónde va: reina, manda y marca la velada.
- Podemos ponernos creativos y acompañar nuestro vermut con unos montaditos de autor, o una cazuelitas de abuela (callos, alubias, manitas…) o incluso unos hojaldres de salmón, pero los incondicionales del vermut, siempre harán un guiño a la hora de pedir unas buenas anchoas del cantábrico.
- Y es que en España, es difícil no acertar a la hora de casar un buen vermut con un plato hecho con esmero y con los productos típicos de la zona, sea sobrasada si estamos o saludamos a las baleares, o una buena butifarra blanca si homenajeamos o disfrutamos en Cataluña.
- Sería un pecado no disfrutarlo con una buena empanada gallega. Marida con el vermut como si fueran novios de toda la vida. Y es que calentita, o incluso fría, acompañando a unas cazuelitas de pulpo, a unos berberechos o a unos mejillones, el vermut hace que deseemos seguir disfrutando de la comida, la bebida y la buena compañía.
Tapas, cazuelitas, hojaldres, banderillas, pinchos, bocados, platillos… queda claro que si los aperitivos que escojamos tienen calidad, mano y están recién elaborados, siempre serán una buena elección, una sorpresa o incluso una pasión. Y es que los adeptos a un buen vermut, como fieles seguidores de la buena comida y bebida, siempre nos sorprenden con sus elecciones y su gusto a la hora de compartir y brindar con este caldo de uvas de la variedad Tempranillo.
Una última recomendación: atrévete a maridar tu vermut. Sé original o fiel a tus gustos. Disfruta y… ¡Salud!
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Eres un sabio