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Reconstituyentes…

Artículo publicado por Berta’s Moments en su blog Antoniatilla

Que las patatas fritas son una de las mejores cosas del mundo es una verdad absoluta sobre la qué mejor ni discutir (ahí, ahí…. con pegarte un trago de agua cuando estás sediento, o nadar desnudo en el mar….je je).

Si están crujientes y perfectamente fritas en aceite limpio y sabroso, con el punto justo de sal, y están diciéndote “cómeme” son una de las tentaciones más difíciles de evitar, todo un vició… especialmente si lo acompañas de tu bebida favorita.

Hace unos días en una cadena de supermercados conocida, así como de casualidad, me encontré con un envase de patatas atractivo al máximo, que llamó mi atención, solo con ver el envase esbocé una sonrisa y con un par de bolsas que me fui al momento. Se llaman ¡PIJO, QUE RICO!


Que queréis que os diga… las probé y os puedo decir que me parecen unas patatas extraordinarias que os recomiendo sin ninguna duda, porque os alegrarán el día y el momento de el aperitivo o de la tarde.
Me puse a investigar en su página web para conocer su procedencia y es que estas patatas de procedencia murciana, son lo más, un producto realmente bueno y sobre todo, con gancho que nacen con el objetivo de ofrecer productos con personalidad murciana.
He probado la variedad de patatas PIJO con limón y pimienta, pero es que la familia de pijos es amplia … PIJO con pollo al pimentón y las PIJO finísimas cuyo envase cambia la imagen de pijo a pija… que de todo hay en la viña del señor!!! Amén de otra gran cantidad de productos que fabrica esta empresa con una pintaza bárbara, pero que aún no he podido catar.
El Santo Grial del tubérculo, el aceite de oliva junto a el limón y la pimienta (que es así como más de consumen en Murcia) me han encantado, por la finura y ese crujir de la patata, quizá el toque cítrico del limón es una pizca fuerte, pero con un vermut o cervecita … hacen un binomio perfecto a cualquier hora del día!!!
Documento gráfico el por que aquí os dejo, con el vermut con el que acompañó a mi primera bolsa de patatas PIJO y que tampoco va cojo de nombre.
Desde la bodega Cillar de Silos en Quintana del Pidio, los hermanos Aragón nos deleleitan con 20.000 botellas de este especial vermut burgalés GOLFO, elaborado a base de tempranillo de viñedos antiguos y criado en barricas viejas de roble.
Podríamos denominar a este vermut como gourmet, ya que la mayoría de los vermutes se hacen de uva blanca corriente, éste sin embargo, se hace partiendo de un buen mosto de uva tinta que nada tiene que envidiar a cualquier vino de la Ribera del Duero.
El “packaging” es un elemento fundamental a la hora de diferenciarse, me rechifla su botella que dice mucho de este vermut tan nuestro, tan burgalés… Diferente, con personalidad, atrevido e incluso sexy…
Y todos os preguntaréis, ¿y lo de GOLFO? Pues bien, en su web puedes leer que el nombre de este mismo, hace referencia a Jeremías de Luzar, alma del Torreón de Tordesillas…
La otra versión es que está tan rico que nunca puedes tomarte solo uno y seguido irte a comer, sino que empiezas a la 13:00 y estas de “golfo” hasta las 17:00 … lo que viene siendo un vermut torero en toda regla y olé.
No podéis dejar de probar este vermut de la tierra, con su precioso color naranja ambarino de destellos dorados y que en boca es un auténtico escándalo con una entrada dulce y sedosa marcada por la naranja, el albaricoque y un final con cierto toque a regaliz amargo.
Señoras y señores… ¡esto es un vermú! ¡no me extraña que le llamen GOLFO!
Además, esta bebida surgió como medicina para problemas relacionados con la falta de apetito. Por lo tanto, la conexión con el aperitivo es natural…
Yo, ya os he contado el mío…. ahora os toca disfrutar del momento del aperitivo a vosotros, ya me contaréis!!!
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